19 de julio de 2011

"Holy Cetosis"


Pasa el tiempo y sin darme cuenta ya voy por el 4º día de dieta.  Por fin he entrado en la afamada cetosis, y todo parece transcurrir de manera más fácil y sencilla. Mi hambre voraz ha desaparecido e incluso empiezo a aficionarme a los sobres proteicos.  Sin ir más lejos, ayer mi sobre de tortilla de patatas me supo a gloria bendita, y hoy mi batido de cacao me ha resultado una  delicia de Oriente al Curry (más que nada porque tiene un sabor especiado). Si al final, reconociendo lo anormal que soy  tengo que aceptar que acabaré convirtiéndome en una “cliente vip en potencia” de las compras de comida proteínica.

Lo que me tiene algo enfurruñada es que estoy en cetosis, pero no cetosis intensa. Claro, que también cabe destacar que con lo impaciente que soy, y en ocasiones, hasta impertinente, yo lo quiero todo ahora y ya. Es decir, si me imagino a mi cuerpo todo el santo día quemando grasas como a un minero, mi obsesión psicológica se esfuma…Resumiendo, que si por mi fuera la Sagrada Familia ya llevaría construida más de 10 años. Pero, a efectos prácticos,  tiempo, al tiempo y ya llegaré a la cetosis intensiva,  que de momento voy muy bien: -2.300 kg menos en tres días.

Mi comida de ayer fue la siguiente:

Desayuno: bebida de cacao (si lo metes al microondas un minuto es fantástico de sabor)

Media mañana: natillas de chocolate (suerte que ya se han terminado. Para poder terminarlas tuve que ingerir medio litro de agua. Es como comer goma blanca de zapatillas Converse con polvos de gelocatil por encima)

Comida: Champiñones a la plancha + Tortilla de patata (toqué el éxtasis supremo con ella)

Merienda: Barrita de chocolate con naranja (Riquísima, es lo mismo que comerte un mazapán de Navidad pero con chocolate)

Cena: Bol de lechuga + sopa de verduras (muy lograda y altamente aceptable) 

A todo ello hemos de añadirle su correspondiente dosis de vitaminas apastilladas. Cualquiera que no sepa que estoy bajo tratamiento de una dieta proteica, se piensa que me ha dado, ahora, por las drogas duras. Y no le quito razón alguna.

La verdad es que de momento la dieta me está resultando efectiva y fácil de hacer en el sentido que no pasas hambre y tienes mucha variedad de sobres a elegir en el caso de que no te gusten determinados sabores. Lo más difícil es controlar tu ansía por comer otras cosas. El cuerpo es inteligente y cuando veo a mi  “Susie Pop”  comiendo un bol de palomitas, o una pizza recién hecha con atún... literalmente: Babeo como una sabuesa. Mi truco para vencer las ganas de mandar la dieta al carajo y seguir adelante es oler los alimentos. Durante un par de segundos esnifo el olor de la comida y es como si me alimentara de ellos. Como dicen en mi tierra, a falta de pan, buena son las tortas, no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario