22 de julio de 2011

Una de locos

Como el sol, la locura tiene su órbita y... desatinada me encuentro. ¿El día de hoy? Pues de locos y de relocos. 

Me acuerdo de Dalí y de sus cuadros de pinceladas oníricas. ¿Habré estado en uno de ellos? Zumbido, confusión y desesperación. ¡¡¡Quiero cambiar lo que no puedo cambiar.!!!

Cierro ojos. Mente en blanco. No escucho, no pienso, no veo. Mi cerebro trabaja, deprisa, como sirviente esclavo que busca satisfacción de amo. Don de ella, por cierto.

Plof...me desplomo, ligera, muerta. ¡Cuánto cariño a un sofá viejo y agujereado por zarpas de gato! El olor de mi mouse de vainilla y caramelo. El movimiento volátil de los gatos. El sonido de sus raudos dedos sobre el teclado. Elevo mi cuello y diviso su cabeza negra, ahora con menos pelos, pero negra. Una sonrisa fugitiva de mi boca.

Hoy quiero estar sola, pero sin escapar de nuestro mundo. Sólo se habla un lenguaje: el tuyo y el mío.

Solo tú, consigues  hacerme  no caer a las fauces de las noticias bombas, así que : ¡déjazme en paz! que hoy, sólo existo por y para ella.

2 comentarios:

  1. Qué bonito esto que has escrito.
    A veces me sorprende la facilidad que tienes para emocionarme emocionalmente hablando. Lo noto en la piel, esos escalofríos.
    Escribes super bien.
    Sigo tu blog como una loca, enganchada que estoy, vaya.

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  2. Jajajajajajaja!!!

    Muchas gracias lectora anónima.

    Un beso

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