17 de julio de 2011

Primer día superado.

Dieta en marcha. Ayer fue mi primer día, aunque ya me gustaría decir que ayer fue mi último día. De momento veo tan lejano ese momento, y si a eso le sumamos una gran dosis de escepticismo por mi parte...la función está asegurada.

De momento aquí sigo: vivita y coleando, aunque he de reconocer que me imaginé que iba a ser más fácil de lo que pensaba. Bendita ingenuidad la mía...¡digna de enmarcar!. Al fin y al cabo, estoy a dieta y no de viaje por el Caribe, es por ello que alguna penitencia austera deberán de sufrir mis carnes blanquitas.

Primer día:
Desayuno: bebida de cacao --> aceptable
Almuerzo: snacks de queso --> aceptable
Comida: ensalada de lechuga + natilla de chocolate -->vomitiva. No apta para sibaritas, a no ser que os encante el chocolate con regusto a medicamento profundo.
La imagen del paquete es totalmente disociada, la realidad es otra...

Merienda: tortilla de patata (he de mejorar mis dotes culinarias) --> en mi caso revuelto de polvos aromatizados.
Cena: ensalada de lechuga + escudella --> o lo que es lo mismo: agua chirri con sal.

Se me hizo duro, especialmente el tramo de la comida a la merienda. Me hubiera comido hasta la porcelana de los platos, si hubiese podido. Y teniendo en cuenta que es una dieta en la que no puedes ingerir absolutamente nada que no sean tus sobres de proteina o verduras permetidas, en ocasiones, más que una dieta parece una utopía.  Además, solamente puedes comer la cantidad indicada, es por ello que es lo que hay. Y si te quedas con hambre tras haber comido...a beber agua como los peces.

Otra parte que se me hace dificultosa es la de tomar vitaminas constantemente. Y más cuando dichas vitaminas, son pastillas sin recubrimiento como el ibuprofeno o gelocatil. A lo largo del día he de ingerir 16 pastillas diarias entre sodio, magnesio, vitaminas, calcio, etc. Las que peor llevo son las de sodio, que es lo mismo que ponerte una cucharada sopera de sal pura en la punta de la lengua...Por mucha agua que tomes no se consigue mitigar ese sabor amargo y desagradable.

Y otro aspecto a destacar es el de las tiras reactivas. Para saber si estás en cetosis o no, debes de comprar unas tiras reactivas en la farmacia que al entrar en contacto con tu orina te indican si estás en cetosis débil, moderada, intensa o negativa. Es aconsejable que utiliceis algún recipiente o vasito  para poder hacer la prueba de manera práctica y efectiva. Os aseguro que las apariencias engañan y para prevenir terminar llena de orín hasta en las pestañas, hacerme caso: No, sin tu recipiente.





1 comentario:

  1. Eres valiente y sé que lo vas a conseguir.

    Tú puedes lograr todo aquello que te propongas.

    Dentro de nada todo el esfuerzo habrá merecido la pena, y espero verlo contigo!

    Muchos besos!

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